Por WAC | 2 SEP 2022

Los soportes y procesos de la obra de Daniel Canogar reflejan, entre otras cuestiones, el impacto de la tecnología en las dinámicas de producción e intercambio o diseminación —de experiencias, de ideas, de emociones— de las que participamos colectivamente.

Con el objeto de ofrecernos una instantánea de cuán «alborotadamente» vivimos nuestro tiempo, el artista presenta Turbulencias en Max Estrella. Para ello, se remite a la historia del arte, a la tradición textil y a la herramienta digital que ha impactado vastamente en cómo percibimos tanto a los demás como a cuanto nos rodea.

La exposición explora, así, nuestra capacidad para ordenar, procesar y otorgar un sentido al fluir incontenible de las noticias. O con otras palabras: cuán aptos somos para desenvolvernos en una época de infoxicación o de sobrecarga informativa como la nuestra.

Turbulencias comprende, nos dice el artista, dos series:

Una, Pixelweavers, recurre al textil como metáfora del tejido social que las noticias crean, y a veces destruyen. Las obras de estas son un homenaje a la estrecha relación que hay entre la computación y el textil. El estudio del artista ha creado un telar virtual basado en técnicas artesanales. Esta herramienta algorítmica permite generar una enorme diversidad de patrones creados con diversas fuentes u «ovillos».

La otra, Wayward, inspirada en artistas de la posguerra que empezaron a manipular fotografías extraídas de la prensa. Dominan serigrafías, fotomontajes, collage y otras técnicas de apropiación fotográfica. Las imágenes de las noticias del día son manipuladas digitalmente con efectos visuales. Como obra generativa, destaca su carácter procesual, que nunca queda acabado debido al incesante flujo de nuevas noticias.

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